Las mujeres de Marlowe


Releo las novelas del detective duro y bebedor en una buenísima edición de RBA. Siete novelas y cuentos inéditos por los que se pasea este hombretón de uno ochenta de estatura, despacho sin secretaria y botella de bourbon en el último cajón del escritorio. Un buen vaso de güisqui desata lenguas y conciencias, soborna voluntades… y Marlowe sirve y se sirve sin mesura.

Son memorables las frases, los modos y el mirar esquinado del detective; con desencanto y deseando creer. Me sentí como si le robara a un pobre, comenta, cuando el marido enfermo y viejo de la última rubia despampanante les pilla besuqueándose en el sofá del salón. Mujeres… de todos los gustos: simplemente bonitas, del montón, espectaculares, rubias, pelirrojas con pecas, con el pelo color azabache y labios bermellón. Las hay malvadas, asesinas, mojigatas, independientes, tiranas, inteligentes, pálidas y esplendorosas, pero todas, sin duda, simbolizan la perdición.

Me encanta atisbar bajo el ala del sombrero el rostro de Marlowe, que según dicen las mujeres que le acompañan, no está nada mal. Siempre que Philip llama a la puerta de una casa desvencijada o de un edificio sórdido, me viene a la cabeza la melodía de Mancini.



También el increíble feo del cine junto a la belleza de la Bacall.
No están tan mal como acompañantes en otoño...

Comentarios

Xibeliuss ha dicho que…
Chandler es un escritor fabuloso, y su narrativa tiene más profundidad de lo que se aprecia a simple vista. Solo hay que compararle con las legiones de imitadores que han intentado calzar sus zapatos.
Abrazos
María Antonia Moreno ha dicho que…
Totalmente de acuerdo, Xibeliuss. Ayer leí y releí una página de "La hermana pequeña" memorable. Una crítica feroz y lúcida a Holliwood, el oropel y la "moral de baja estopa".

Un abrazo