¿Me llevas?, 15

La historia viene de aquí
Corrí a su lado y la abracé hasta que poco a poco amainó el llanto. Entonces empezó a hablar como si estuviese en un juicio: Me llamo Lola… y soy bibliotecaria, añadió. Una risa histérica vino sin que yo la convocara. ¿Bibliotecaria? Sí, ¿qué pasa? me imprecó con fiereza mientras trataba de desasirme de mi abrazo. No, es que nunca creí que tú… ¡Vale, ya! Sí, perdona, preciosa. No te enfades, no me cuentes nada. No necesito saber nada. Bésame.

La noche siguió su curso mientras ella y yo nos besamos despacio y de muchas maneras distintas. Luego, mucho rato después, volvimos adonde estaba la tienda y nos metimos adentro. Y ella, comenzó a hablar de nuevo, pero más despacio y con muchos silencios entre frase y frase.

Soy de un pueblo de Burgos… en la montaña. Hace un frío… y tengo… (y me susurró una cifra increíble). Me acabo de separar… bueno, me acaban de dejar… porque… él está con otra… bueno, es que… estaba con mi amiga… y yo… no pude… me fui de viaje con lo justo… y ahora tengo que regresar pero lo que quisiera es quedarme aquí contigo, para siempre… y yo…

Y entonces, yo, empecé a hablar como si nada, haciendo pausas entre frase y frase.

Soy de ciudad… pequeña, monumental y yo… Me dejó… y estoy haciendo la mili y me siento solo… nadie me escribe… no tengo la foto de ninguna chica en la taquilla… y no sé qué voy a hacer cuando termine la mili… y tengo que estar en el cuartel pasado mañana a las 8… y lo único que quiero es quedarme contigo porque yo… nunca… había sentido esto… y yo…

Y volvimos a amarnos de nuevo, como si no hubiese un mañana posible.


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