Parecíamos estar en el fin del mundo, las montañas muriendo en el mar, las algas acariciando la roca negra. Eran como plumas raras, del color de la mostaza y el agua, fría y salada, emitía centelleos azules y grisáceos.
Los volcanes dejaron las piedras negras y rojas a la orilla del mar. Parecíamos estar en el fin del mundo, el viento azotando nuestros rostros y los picos ahogados entre las nubes. Las algas lamían las rocas y todo era azul pavo, rojo, negro, gris, verde y amarillo.
Parecíamos estar en el fin del mundo. O tal vez, en el principio.
Comentarios
digo ser testigo del fin ... o del comienzo ....
te mando besitos amiguita...
he vuelto de unas vacaciones en la montaña...
Espero que las disfrutaras.
Un beso
Me alegro que estés poco a poco recobrando tu pc, ánimo!
No he estado ahí, pero qué bien que el texto te transportara allí.
Un abrazo