Ropas

Hay vestidos que parecen de tu talla en el escaparate, el color es el que te gusta, todo parece estar en orden. Luego, en el cubículo reducido del probador (qué espejos y qué luces), descubres que te queda demasiado ajustado, que tu rostro parece ceniciento con ese amarillo y que, en realidad, nada está donde debiera estar. O por lo menos, donde tú creías que estaba.
Así sucede con los días. Hay días que se anuncian estrechos, provincianos, sin novedad. Hay otros días que parecen demasiado amplios, horas y horas por llenar con la actividad diaria que ese día en concreto se antoja aburrida, nada fascinante, y es como si el vestido te cayera encima, desplomándose, sin gracia. Hay otros días que se desperezan entre rutinas y ritos repetidos y, de pronto, hay algo que los ilumina. Un broche inesperado, un pliegue inadvertido, un diseño sencillo, que sienta bien.
Hay vestidos. Hay días.

Comentarios

Isabel Barceló Chico ha dicho que…
Una comparación muy afortunada. Hay días que nos sientan bien... El que escribiste esto es uno de ellos. Besitos, guapa.
María Antonia Moreno ha dicho que…
Espero que hoy, para ti, sea uno de esos días...

Un beso
Morgana ha dicho que…
Qué bonito lo que escribiste hoy. Llevaba unos días de esos en los que nada sienta bien, ni al alma ni al cuerpo... Pero ayer por la tarde sentí ese algo especial en el que parece que todo vuelve a sentar bien...
Un beso.
Aurefaire ha dicho que…
hola amiguiz!!!!!!!!!!!
perdon la desaparicion, estoy tapada de trabajo se acerca fin de año escolar por aca
me he quedado un rato leyendote para ponerme al dia...
me encanto trinomio fantastico, lluvia y este...

te mando besitos de hada para vos dulce. espero andes bien
argamenon ha dicho que…
¿Y no le parece a usted eso un autentico milagro, el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, o el de convertir en vino el agua? ¿Y no será que es eso precisamente el paraiso que se nos ha prometido?
Me encanta la vida, se lo aseguro. No sé como vivirla, y por ello precisamente me suelo desembarazar de ella sin ningún recato. Pero en ocasiones, no muchas para no tener que insultarme gravemente y ser capaz de entender que he perdido el sentido común, me viene a la mente o me tropiezo con ella, una especie de ramalazo o de impresión que me hace pensar o sentir lo que usted refleja tan gráficamente. ¿No será que la vida es precisamente eso, una serie de pequeños impulsos para que intentemos sobreponernos a nuestra autentica pequeñez aspirando a algo más y mejor?
La realidad es una cosa. Nosotros podríamos ser otra.
¿Quién se atreve?
Anónimo ha dicho que…
Definitivamente, hay vestidos, hay días, estrechos, anchos,rutinarios y algunos esperanzadores. Pero hay días y también vestidos...y el arrojo para vestirlos y calzarlos.

Cecilia
María Antonia Moreno ha dicho que…
Hola, Blanca. Me alegro. Es como estar bien en tu piel...

Un abrazo
María Antonia Moreno ha dicho que…
Aurefaire!!!! Bienvenida, siempre que puedas y siempre que quieras, ya lo sabes.
Besos
María Antonia Moreno ha dicho que…
Argamenón, en fin, la vida es complicada, a veces. Pero en realidad, es muy sencilla.

Un saludo
María Antonia Moreno ha dicho que…
Hay días y días, Cecilia. Y, efectivamente, es cierto lo que dices...
Sirena Varada ha dicho que…
¡Qué buena metáfora, MªAntonia! Me alegra especialmente leer esta entrada; tal vez porque ayer ( domingo radiante) se produjo el prodigio: ¡¡un traje de generosísimo escote nunca me había sentado tan bien!!

Besos
María Antonia Moreno ha dicho que…
Me alegro mucho!
Besos sirena...