He visto a los álamos llamear junto al río y a los arces ponerse encarnados ante tamaña belleza. He visto posarse al otoño en ellos, como una mariposa pequeña y atrevida y volverlos ocres, amarillos, naranja, marrones... mientras los pinos seguían de un verde imperturbable. He visto cómo se estremecía el otoño bajo la lluvia: las hojas platas de las encinas titilaban como pendientes y los toros se bañaban de luz. Entonces, todo me pareció posible. Si una niña prehistórica hubiese correteado como una flecha de piedra, el cuadro hubiera resultado completo.
He visto al otoño en los árboles... Y, por un momento, a una niña morena, pisando las hojas de octubre.
Comentarios
Un abrazo.
Un beso
Enhorabuena por estas hojas secas que, como palmas de mano dispuestas en un rincón, vienen a visitar estos lares y agarrar su del todo presunta fragilidad.
bengo de lo de Blanca jiji q sincronia!!!!!!!!
besitos de hada amiguizzzzzzzzz
Beso y ánimo, que pronto serás una experta conductora, ya verás!!!!
Besos
Un beso