La víspera de casi todo. Víctor del Árbol

Acabo de terminar la última novela de Víctor del Árbol que, comparada con Un millón de gotas, se me ha hecho corta. Y digo esto por la extensión, no por la profundidad de los sentimientos, ni de los personajes, ni de lo que en ella se cuenta. Comencé leyendo La víspera de casi todo aguardando una novela negra, pero no es el caso. Porque misterios, hay, crímenes, hay; pero no son lo importante, o al menos, no los he percibido así. Quiero decir que esta novela no es una novela policíaca al uso, lejos queda la estructura encuentran a un cadáver, comienzan las investigaciones, aparece otro cadáver, todos son sospechosos, descubren al asesino. Esta novela compone un puzle de personajes heridos de muerte, heridos de vida. De una vida áspera, extrema y peligrosa, dramática y perturbadora. En Costa da morte vienen a reunirse un policía, dos madres, un abuelo, dos hijos, y la sombra de un pasado oscuro amenaza con descargar sobre ellos la desolación absoluta. Están rotos. Y, con la obstinación fieramente humana del vivir pese a uno mismo, se empeñan en sacar la cabeza del agua y respirar, aunque sea engañados. 

No voy a comentar nada más. Hay tramas que se cruzan, ciudades como Barcelona, Buenos Aires, Coruña, modos de vivir al límite, al ralentí, al borde de la locura, en el filo de la sensatez. Una novela que sale de las entrañas y vuelve a ellas. No voy a comentar nada más. Lean La víspera de casi todo (por cierto, el título es hermoso... y revelador). 

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