Un engaño de lujo

La Tatoo es la Hepburn del XXI. ¿Quién no se enamoraría de esta mujer menuda, dulce e irritante? Esa joven muchacha que acariciaba legumbres y secuestraba enanos de jardín, a la que le faltaba destreza en asuntos sentimentales, se convierte en Un engaño de lujo en una experimentada cazafortunas. La pareja que protagoniza esta comedia romántica, irreverente y tierna está formada por Audrey Tatoo y Gald Emaleh (conocido en el papel cuché por ser el padre de la criatura de Carlota Casiraghi). 


Los ojos tristes (casi perrunos) del camarero francés conmueven lo justo. La mirada marrón de Audrey, sola y tiritando junto a la piscina, hace que uno tenga ganas de taparla con una manta caliente y ofrecerle un chocolate caliente. Es una película suave, en la que el amor gana. Una película para irte a la cama con el corazón ligero. Una comedia elegante. Un cuento de hadas para adultos que, a veces, necesitamos creer que la vida es dulce, suave, ligera. 


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