Abrigar los árboles



Hace unos días, un domingo deslavazado, me colgué la cámara del hombro y me fui al Barrio del Oeste. Encontré mucho de lo que escribir, y me asombré con estos árboles envueltos en telas de araña de colores. Tejidas por seres ¿humanos?, que no arañas. Y esas ventanas que miran a la calle desde los rostros de mujeres, hombres y niños. Acabo de saber que el Edificio Mirador ha sido adquirido. ¿Qué hará el comprador con esos ojos?

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