Regresos

Estos días estoy escribiendo mucho los verbos regresar, volver, retornar. Es como si una conjunción de astros especialmente favorables quisiera que tornara lo hermoso. 
Publicaciones de libros que espero con anhelo (esas vidas que me regalan no tienen precio, pero sí mucho valor); músicas que encienden la imaginación y me dan aire, mucho aire. Viajes breves para reencuentros cortos pero necesarios, en los que atisbar rostros desconocidos y gentes raras (como lo somos todos, lo que ocurre es que nos tenemos muy vistos). 
Y claro. Él.
Aviso a navegantes: me pongo en modo manolera durante los próximos 6 meses. Esto luego se ralentiza un tanto y se reactiva mucho si hay gira y puedo ir a un concierto. Si no puedo ir, también se recrudece el tema. Avisados quedáis. También prometo escribir sobre otras cosas, pero inevitablemente, recurriré una y otra vez a él. Manolo García, el hombre que odia el paso del tiempo y no esconde que envejece, pero trata de repararlo buscando la plenitud en la creación y en el disfrute de la lectura, de la música, de la pintura, de la escritura. 

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