M de Magia

Dos patos nadan en el estanque. Uno es blanco y el otro es negro, parecen dos signos de interrogación bailando, dos números irreverentes y mágicos. En el agua clara navegan dos pétalos blancos, evolucionando en subidas y bajadas, vaivenes de contratiempos, dificultades, sobresaltos, emoción. La margarita es generosa: se desviste para otorgar más belleza al estanque de piedra en el que nadan los patos. El día está empezando. Es azul, amarillo, por el horizonte, un destello rojo,  y una chispa naranja y un brochazo bermellón. El día aún es joven, los patos, también. Incluso la pregunta que alude al futuro. Todo, aún, está por escribirse, por dibujarse. Junto al estanque, la sombra fugaz de una muchacha hermosa.
Es magia. Con M.

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