Una se va haciendo mayor y ya no recuerda si escribió sobre esto o quiso escribir y se olvidó. En cualquier caso.
Me gusta esta película porque no hay malos ni buenos, ni traiciones premeditadas. Simplemente, ocurre. Un día, zas. Los protagonistas se enamoran, a pesar de que tienen parejas, hijos incluso, de que hasta ahora no se habían planteado que pudiesen querer a otra mujer, a otro hombre. No pueden evitarlo.
La peli causa desasosiego, como lo imprevisto en la vida. El azar, que dicen (recuerdo que sobre la casualidad sí que escribí...). En cualquier caso.
Me gusta esta película porque son seres humanos que sufren mientras intentan ser honestos. Lo intentan. Pero el desamor es terrible y los abandonados no lo comprenden. De ahí que el espectador quiera dar un buen guantazo a Robert y colgarle el teléfono a Meryl. Los enamorados sufren un dolor inevitable, imprevisto como la soledad. El azar los reúne. Una y dos veces, eso sí que es de película.
Me gusta porque a una le da por pensar que Niro puede estar en un vagón de tren cualquiera; ese de las ocho de la mañana. Y, ojo. La Streep viaja en el mismo tren, dibujando un retrato al niño que va sentado a su lado. Sólo es cuestión de tiempo que se miren a los ojos. Y zas.
La peli causa desasosiego, como lo imprevisto en la vida. El azar, que dicen (recuerdo que sobre la casualidad sí que escribí...). En cualquier caso.
Me gusta esta película porque son seres humanos que sufren mientras intentan ser honestos. Lo intentan. Pero el desamor es terrible y los abandonados no lo comprenden. De ahí que el espectador quiera dar un buen guantazo a Robert y colgarle el teléfono a Meryl. Los enamorados sufren un dolor inevitable, imprevisto como la soledad. El azar los reúne. Una y dos veces, eso sí que es de película.
Me gusta porque a una le da por pensar que Niro puede estar en un vagón de tren cualquiera; ese de las ocho de la mañana. Y, ojo. La Streep viaja en el mismo tren, dibujando un retrato al niño que va sentado a su lado. Sólo es cuestión de tiempo que se miren a los ojos. Y zas.
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Otro beso para ti