Nombre de río

Ha pasado tiempo y a ella, esta entrada en el blog seguramente no le gustará. Porque a ella le gustan las cosas por derecho, al pan, pan y al vino, vino. No es que no sea sutil, es que es directa. No gusta de medias verdades, ni de miradas esquivas. Clara como un río joven, tiene sus contradicciones, empero. Pero es lo que tiene, que hasta eso tiene su encanto.
Ha pasado mucho tiempo y, ahora, ella está en otra orilla, en otras cosas, y la vida, que es terrible y puñetera y condenadamente hermosa, le regala un momento dulce que merece. Yo, desde mi orilla, no puedo evitar la alegría. Pero los sentimientos y las personas somos contradictorios, complejos... (ella diría que, en realidad, muy sencillos). Alegría y un cierto cosquilleo en los ojos, un nudo en la garganta y una nostalgia de otra vida que ya no será. A ella, este post no le gustará. Le pareceré enrevesado, con aristas. 
Ella tiene un nombre precioso, de agua que fluye y vive según le toca vivir. También tiene nombre de isla, pero como isla no la veo. No es un pedazo de tierra flotando en medio del oceáno, apenas prendida en el planeta. Es un río de aguas claras e impetuosas, que baña de luz y alegría a todos los que la conocemos. Aunque no te guste que te lo diga, es así.

Comentarios

Isabel Barceló Chico ha dicho que…
¿A quién no le gustaría este post? El río fluye, querida amiga, no vuelve a ser nunca lo que ya ha sido. Besos, guapa.
María Antonia Moreno ha dicho que…
Cierto, Isabel. Y así ha de ser... Un beso, amiga