Nos aburrimos


Será que nos aburrimos mucho. Será. El caso es que ahora hay un programa en la televisión que le da la vuelta a la tortilla. Esto se lleva últimamente mucho. Me cambio de casa, de familia, de continente; me cambio de cadena, de chaqueta, de partido político y de lo que haga falta. Sólo para ponerme en tu lugar, para entenderte mejor, para saber por qué eres así porque no me vale con que me lo cuentes, no me sirve con leerlo ni con verlo con estos mis ojos, tengo que experimentarlo. Experimentar y dar la vuelta a la tortilla. Es lo que se lleva para quitarnos el aburrimiento de encima. Y si tengo que estar 21 días drogándome para concluir que, oiga usted, qué malo es esto de drogarse, pues lo hago pero con conocimiento, experimentación y empatía.

Lo último es traer a la civilización y a esta nuestra cultura occidental y consumista a algunos aborígenes que (supuestamente) no tienen ni idea de lo que se están perdiendo No he visto el programa, cuando escribo esto aún no se ha emitido. Pero he visto imágenes. Y qué quieren. Me recuerdan a un proceso de hace unos siglos; cuando el hombre blanco fue a salvarlos, les puso a trabajar y les obligó a pagar por lo que de derecho era suyo. Ahora les traemos a nuestras casas con placa de inducción, agua corriente, les mostramos el mar (qué grande y qué temible) y unas mujeres recauchutadas que penden de una pared. Y me pregunto si luego van a volver a sus casas en medio del desierto, de la jungla. Si, después, de abrir un grifo y darse un baño con sales con aroma a espliego, volverán a caminar kilómetros para escarbar en el suelo y encontrar agua (turbia, pero agua) y desandar el camino, bajo el sol, descalzos y cantando, hasta llegar a su aldea. Se parece sospechosamente a lo que hizo (y hace) el hombre blanco.

Se trata de no aburrirnos. Qué más da que nosotros siempre tuviéramos en la retina la imagen de nuestra casa con luz y calefacción cuando pasábamos frío y estrecheces en la cabaña de África. Ellos siempre pueden volver a su aldea, cuando se cansen de tanto oropel. Es casi lo mismo, ¿no?

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