El viento riza el mar, azota los riscos, dibuja castillos de arena y desordena nubes. Como es el único morador que nunca abandonará la isla, Lanzarote deja que se entrometa entre las quebradas, la lava y la ceniza pétrea. Hoy, en la playa de Famara, peina las olas y les pone rizos. Se lo pone difícil a los bañistas y aún más a los socorristas que con sus silbatos completan la sinfonía. Huele a coco artificial extendido en el cuerpo de una muchacha bella. Amarillo, ocre, azul y blanco. La luz deslumbra y la cadena de montañas parece un espejismo pronto a diluirse en el aire espeso de un mediodía de agosto. Famara es un conjunto de casas blancas desparramadas en un valle naranja. Y me parece ver a un niño que deja escapar entre sus dedos un hilo de tierra. De vez en cuando, levanta la mirada hacia las rocas que se dejan abrazar por el mar, luego muy despacio, cierra los ojos, olfatea aromas e inventa un mundo blanco y verde, con matices marrones y remates en negro. Se llama César y le veo, quizás él también me ve, aun cuando nos separa tiempo y tiempo.
Parece ser que los veranos de su infancia César Manrique los pasó en Famara. Él mismo contó que la belleza espectacular de este entorno causó en mí una fuerte impresión, especialmente los impresionantes Riscos de Famara, ante los que pasé horas interminables cautivado por su reflejo sobre la arena mojada durante la marea vacía. Bebí de los colores de aquel microcosmos contenido entre el cielo, el mar y los Riscos de Famara, curioseé entre la flora y la fauna y quedé marcado por las texturas de la tierra.
Fotografía de Mª. Antonia Moreno
Comentarios
"Famara"... que bien suena!
Un lugar al que volver, siempre, pues nunca terminas de abarcar.
Un abrazo, Mª Antonia
Las imágenes y tus palabras, un placer inmenso.Ya sabes, como decía mi abuela Rafaela(de Gran Canaria)de forma natural, así tu manera de contar. Siempre.
Abrazo grande
Cecilia
Es cierto, alicia. Suena de maravilla. Un beso.
Pues sí, Xibeliuss. En apariencia es tan pequeñita... pero se necesita tiempo. Un abrazo.
Querida Ce. Gracias por la visita y por tu comentario tan cariñoso. Otro abrazo para ti.