Doce abejas, 12

La situación, a tenor de la lista, podría decirse que era angustiosa. ¡¡Sólo queríamos saber qué había ocurrido!! No sacamos nada en claro, excepto que el acontecimiento debió ocurrir poco antes de la llegada de don Romualdo al pueblo.
Sólo había que ver en qué estado llegó. En un estado de enajenación mental, dijo Paco, el de las colmenas de la Cuesta del Muerto. (Sí, es que también hay colmenas en nuestro pueblo). Por dios, Paco. Ni que hubieras estudiado Criminología y ciencias afines en la ciudad! Pero qué pasa. Que uno no puede hablar con propiedad o qué? Sí, hombre, sí...

Parecíamos estar en un callejón sin salida, esperando al malo de la película, mientras que una enorme pelusa de paja y alambre con pinchos rodaba arriba y abajo... Mañana, tarde y noche los rumores revolvían las calles de nuestro pueblo como un vendaval maligno. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué nadie sabía nada? ¿Por qué don Fulgencio le tomó confesión a ese hombre desconocido? (Se lo recriminamos otro domigo, después de misa. Y usted... le dio la absolución, luego... ¿hubo o no hubo confesión? Sí, hubo confesión, acto de contrición y penitencia. Pero... en confesión, confesión ad strictum sensum o fue más bien una charleta que lo mismo puede transcurrir en una esquina, que, pongamos, en un bar, en el mesón... ¡hasta en una iglesia! Pero, ¡qué decís, insensatos! Fue confesión y punto. Todo ortodoxo y clásico. Católico, apostólico y romano. Y sanseacabó, ea. Pues vaya una ocurrencia, don Fulgencio. Si no le conocía de nada... y ¿si hubiese sido una artimaña para entrar en el templo y robarse Nuestra Inmaculada? ¿O el cepillo? ¿O para matarle a usted, que últimamente la curia no goza de simpatías, don Fulgencio. Vaya ocurrencias que tiene usted. Pero... ¿se pueden callar ya e irse a casa? ¿Qué memeces me están diciendo? Enterénse bien: ¡no voy a decir nada! ¡Ni en sueños!, ¿me oyen?)

La solución de lo nuestro (nuestra apatía, nuestra desazón) llegó de una forma excéntrica. Y fue saberlo, y el alcalde marchase (cuentan que está de viaje, lejos, muy lejos) todo uno.