Bebés y cuentos

En estos tiempos raros de plays y blogs,
en estos años apurados de chats, e-mails y foros anónimos,
hay gentes cuyo oficio es narrar, contar cuentos cual juglares o hadas.

Su oficio tiene que ver con los sueños y las palabras,
con las sonrisas, con el brillo en el mirar,
con los colores de un arco iris domesticado en un paraguas,
con los sonidos de la mandíbula de un cocodrilo en la selva,
con el chupeteo del chupete,
con la lluvia que golpetea nuestras manos.
Su oficio tiene que ver con mayores y niños, y con bebés.

No sé qué pensarán los niños de uno y dos años que escuchan cuentos y observan danzar a las cariocas. No sé qué imaginarán al ver a Charo Jaular (narradora y contadora zamorana, mujer reidora, vital, dulce y chispeante) cantar y bailar, contar y soñar.
Pero, sea lo que sea, es hermoso.

Comentarios

Isabel Barceló Chico ha dicho que…
Me atrevo a conjeturar que ellos serán también oidores y contadores de historias. Quién sabe si no llegarán a ser bloggers... Besitos, querida mª antonia.
Sirena Varada ha dicho que…
Mi querida Mª Antonia, sí que son tiempos raros (y tan raros...) y además: extraños. Pero la ingenuidad no conoce de rarezas ni de hipocresías; los niños son los únicos que saben apreciar el brillo de una estrella así que disfrutarán como enanos (en el mejor de los sentidos) cuando vean a Charo cantar, bailar y sobre todo soñar.

Un abrazo
María Antonia Moreno ha dicho que…
Queridas Isabel y Sirena. Estuve allí y creo que disfrutar, disfrutaron, como lo hicimos los mayores (acaso más, porque son ingenuos y nada hipócritas...)

Un abrazo
Lúzbel Guerrero ha dicho que…
Es Ud. extraordinaria, creo que empezaré a racionar la lectura de sus entradas, para que me dure un tiempo retomar su rastro. ¿Sabe?, con el Libro del desasosiego me funcionó; abriendo aquí y allá, y gracias al Alzheimer, lo leí durante 17 años. Ahora le toca a Ud.