En el bus

Parece que todo pasa deprisa. Cielos, casas, personas. Todo son borrones, manchas de luz, garabatos de niño.
El bus se detiene ante el semáforo encarnado. Entonces, alguien abre una ventana y deja ondear una sábana, bandera de país tropical. Sólo ese gesto auxilia al día. Ese aleteo de tela, que saluda a la mañana con regocijo, como el vuelo del vestido de una muchacha o el lazo azul en el pelo de una niña.

Comentarios