La caja de las palabras favoritas

Hace unos días escuché varias veces el cuento de Eduardo Galeano Magda recorta palabras de los diarios. Me fascina esa mujer que guarda palabras furiosas, mágicas, tristes, dulces, neutras. Me fascinan sus cajas de colores, y el matiz de cada palabra que quiero imaginar asociándola a la caja roja, verde, transparente o amarilla: guerra, melancolía, despedida, beso, risa, azúcar, nube, viento, álamo, caramelo. Hace unos días, a ciertos lectores y a cierta hora de la noche, tras escuchar el cuento de Galeano, y casi ver cómo Magda abría sus cajas de palabras, las extendía sobre la mesa y las leía, bruja buena adivinadora de pasados y futuros, les propuse que abrieran una caja. Cada uno la suya. 

La caja de sus palabras favoritas.

Habían de escoger una y decirla en voz alta, desprendiéndose generosamente de ella, para recibir las de todos. 

Hubo reacciones diferentes. Algunos se quedaron callados, sin encontrar ni la caja, ni la palabra. Pero fueron pocos. Si el ambiente es propicio, todos tenemos algo que decir, todos sacamos de debajo de la cama nuestra caja de palabras favoritas. 

En voz alta, el jacarandá se meció sobre el nenúfar, un hola saludó a la paz, la justicia, la libertad, la compasión. El amor se asoció con la ilusión y la sonrisa. Y hubo un amigos que emocionó, no por la palabra en sí (hermosa, sin duda) si no por quién la dijo. 

¿Abres tu caja de palabras favoritas?


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El video no tiene mucho que ver con el texto... o sí, quién sabe. En cualquier caso, lo pongo porque quiero compartirlo. Que lo disfrutéis, si no lo habéis visto ya.
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