Los lunes son días inhóspitos. Aún más si madrugas, más si vas a trabajar, aún más si no tienes adónde ir. Hay que ser muy feliz para sonreír un lunes a las ocho de la mañana. Nuestros rostros reflejan la desdicha, si fuésemos diccionarios estarían ahí, en la entrada de la D. Antes, claro, porque ahora no sé dónde estaríamos, en qué bit, en qué motor de búsqueda, en que base de datos indizada. Pero estarían ahí, en la d, de desdicha.
Todos los lunes viaja en el tren una valquiria. Es una muchacha joven, esbelta, el pelo del color de la paja en agosto. Una joven hermosa, pueden figurárselo. Hay que ser muy feliz, o muy joven, o muy guapa, o vivir un gran amor ... para sonreír así un lunes por la mañana.A los demás, nos queda el consuelo de Eric Clapton. Buen lunes.
Comentarios
P.D. Te imagino en Roma, señalando el lugar, el momento... qué extraordinaria cicerone.