Apuntes de medicina interna

El interior de una familia
Me trae (nos trae) José Manuel de la Huerga su novela, un viernes de octubre; un viernes algo especial. Desde ese momento, sus Apuntes habitan mi mesilla; los abro, los hojeo, releo el párrafo de inicio, acaricio la cubierta, el lomo. Pareciera que son mis apuntes para un examen, pero no, porque estos apuntes los quiero leer de un tirón y, luego, ya me detendré aquí  o allá, a mi antojo.
Ocurre que la vida es caprichosa y voluble, y hay otras lecturas que me esperan, que se entrometen, amores nuevos y antiguos a los que he de encontrar su lugar, su tiempo. Y al fin, encuentro uno y otro un sábado alborotado, que trae sol y viento, lluvia y aire, cielo azul y nubes acero. Es lo apropiado.
Huerga escribe, reescribe, revisa. Se confiesa obsesionado con sus textos, (me lo escribió off the record, pero he de contarlo) los observa, los deja descansar, los retoma, los acaricia. Así ocurre con esta historia. Una historia de hombres inmaduros que buscan el norte en las mujeres (Mabel, Noe, la Niña Fea, Virucos...). Un relato del convencionalismo, de vergüenzas familiares y mezquinas decisiones para encubrir la verdad. De la esencia del ser humano, pues vive Dios, no somos santos ni demonios. Sólo frágiles.
José Manuel de la Huerga
Abel es un joven de 25 años que ha terminado la carrera de Medicina y vuelve a El Castril, un pueblo de la costa de Cantabria, donde ha pasado todos sus veranos de niñez y adolescencia. Vuelve, como quien abre la caja donde se guardan las canicas, los cromos, la carta del primer amor. Necesita saber. Necesita mirar atrás y hacer realidad algún que otro sueño de adolescente enamorado. Por el camino, irá conociendo a su abuelo, Alejandro Rojo, el médico glorificado por las gentes del Val de San Vicente.. . y el precio a pagar por los deseos satisfechos. 
Me gustan especialmente las descripciones de las playas, de la Cuevona, del mar, de los praos, de las correrías inocentes de la infancia, de esa niñez que convive con hechos poco naturales, pero que no cuestiona, pues no sabe vivir de otra manera. Y ese primer amor, Noe. Tenía 21 años y era perfecta. Y ese muchachito de 13 años, bebiendo Mirinda, tengo ahorradas 4.000 pesetas, vamos a escaparnos.  Luego, la hipocresía, el dolor, el secreto. La desorientación. No saber qué se quiere. Pero sí lo que no.
Es una novela bien trabada, deliciosamente escrita. Editada por Menoscuarto Ediciones, el próximo jueves 10, el autor la presenta en Santander en la Librería Gil. Nada más apropiado para estos Apuntes que saben a sal y huelen a veranos verdes.
Os dejo aquí un par de enlaces muy interesantes:
José Manuel de la Huerga presenta Apuntes de medicina interna, cuando el sobrentendido es una tapadera, de Enclave, Revista Cultural de Castilla y León. Con un vídeo de Huerga; se pueden leer las primeras páginas de la obra.
Sólo con invitación: Apuntes de medicina interna, de José Manuel de la Huerga. Reseña y entrevista al autor.


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