La lluvia ha cubierto de verde las piedras de la Catedral. Las aristas verdean, las hojas de acanto han entrado en la primavera, los santos son viejos hombres venerables que se han vuelto verdes.
La lluvia dulce sigue cayendo, extrayendo de las cosas colores insospechados. En la cafetería, leo el periódico. Luego, la calle mojada en plata, suave como una pena intermitente. Sobre la mesa una postal reproduce un grabado de un ciprés junto a una tapia; en la mesa de al lado, una conversación entre dos hombres mayores me distrae. La lluvia cae. El color insospechado de las personas y las cosas.
La lluvia dulce sigue cayendo, extrayendo de las cosas colores insospechados. En la cafetería, leo el periódico. Luego, la calle mojada en plata, suave como una pena intermitente. Sobre la mesa una postal reproduce un grabado de un ciprés junto a una tapia; en la mesa de al lado, una conversación entre dos hombres mayores me distrae. La lluvia cae. El color insospechado de las personas y las cosas.
Música para acompañar: Sólo amar, de Manolo García
Comentarios
El agua es vida y extrae vida de lo que toca. Abre heridas en la madera por las que supura el liquen y los musgos tiernos. Dolorosas pero bellas.
Gracias por este momento
qué palabras tan hermosas para terminar de completar el cuadro.
Un beso