Hay una sabiduría especial en las manos de las mujeres que tejen, que cosen, que unen telas, que recortan papel, que pintan objetos o que sujetan plantillas para decorar una caja o un paragüero. Es una sabiduría que llevan prendida en las palmas de las manos, en los ojos y en la memoria; pues no aprenden, recuerdan. Una sabiduría que les llega de la Tierra.
Esas mujeres suelen hacer colchas doradas con festones verdes, luminosas flores cuando la primavera está lejos y bajan lunas y soles a los estanques.
Esas mujeres suelen hacer colchas doradas con festones verdes, luminosas flores cuando la primavera está lejos y bajan lunas y soles a los estanques.
Una foto tomada hace unos meses en los campos de Valladolid
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Un abrazo de collage