Pasan los años y estar bien consiste en la lectura relajada del periódico en el sofá.
Pasan los días y un café caliente te alivia los adentros y, por un instante, todo está bien.
Pasan las décadas y, esconderte bajo la manta un día ventoso y frío está más que bien.
¿Dónde fue que se fueron las sorpresas chispeantes, los días vertiginosos, la prisa?
¿Dónde quedaron los días agotados?
¿La felicidad era esto? O es que, sin vuelta atrás, sin remedio ... nos hacemos mayores.
Comentarios
Acaso la felicidad se va dibujando en un horizonte próximo al que mirar sin recelo. Acaso en no claudicar a la vista de un horizonte nuevo.
Un abrazo
Un beso