Hay libros que prometen mucho. Los abres y no son nada.
Hay cubiertas grises y anodinas que esconden todo un mundo azul.
Hay historias que te hacen reír, con las que te sientes cómplice, amigo. Pero, sin previo aviso y a partir de la página 82, caes en la cuenta de que no merecieron el tiempo que les dedicaste. No eran como se anunciaban. Les entregaste demasiada atención. Te preocupaste mucho por la suerte de los protagonistas. Y total, para qué. Las historias, a la postre, no merecían la pena.
Pero, por fortuna, hay relatos esplendorosos que se agazapan bajo cubiertas a una tinta. Y el tiempo que se merecen es infinito.
Comentarios
Hasta la proxima...
Saludos
Un beso
Los libros son lo que cada uno de nosotros, lectores, queramos que sean; y hay tantos, que perder el tiempo en descifrar lo indescifrable no deja de ser una lamentable pérdida de tiempo.
No sé si leo lo mejor. Sólo sé que leo lo que me pide el alma, aunque, pobre de mí, ignore en demasiadas ocasiones autor y título del texto.
Cecilia
Miau
Un abrazo