FOTOGRAFÍA: Ricard Pla.
Hay barcas que no zarpan nunca. Hay barcas que se encuentran en la intersección entre el cielo y el mar. Hay barcas que se pierden en las estrellas de alguna noche de estío. Yo tengo una barca guardada en mi memoria de niña. Soy de tierra seca, de amarillo girasol, de trigo maduro. Los veranos de la infancia eran largos y sedientos de helados de limón. No descubrí el mar hasta mucho después, cuando ya mi niñez se había diluido y los días eran lluviosos y las noches solitarias y plomizas. El océano era azul marino y miles de velas blancas lo poblaban como gaviotas a la deriva. Ya no tenía tanta risa ni sed de limón helado. Entonces ya había encontrado mi barca simple de velamen roto, de remos astillados. En la popa se adivinaban unas letras negras sobre fondo azul: Sebastiana y las tardes eran eternas meriendas de limonada helada. La barca que encontré cuando era niña no servía para bogar largo rato al pairo de las mareas. Aquella barca azulada sólo podía ser utilizada para navegar por la espuma de mi imaginación. Hacía tanto calor en las mañanas de sed y sol. La pintura la hallé en el desván, cubierta de la tela de una araña vieja. Era acuarela fresca que vino a salvarme del mar de trigo dorado que me cercaba en las horas de limón azucarado. De mi abuelo, dicen que era. Pero nadie sabe si él la pintó o tenía aquella barca con nombre de mujer campesina agostada. Sebastiana, era el nombre cenizo que se leía en el fondo mar. Hay barcas que no navegan nunca, que nunca tocan agua, que no se sirven de remos ni velas ni brisa para avanzar. Hay barcas que viajan solas, empujadas por el meneo de un recuerdo o una ilusión. Las barcas del pasado.
Comentarios
Muchas gracias por pasarte por el mío. Yo pasaré por aquí de vez en cuando para contarte algo ;-)
Un abrazo.
No te salves: gracias también a ti.
Saludos a las dos!!!!
Nos seguimos viendo...
Enhorabuena por tu blog!!! Cero que he llegado hasta aquí tras embarcar en el puerto de Beatriz (De tacones y Bolsos).
Saluda a tu mamá de mi parte.
Nos vemos por aquí... o por allí...
Saludos!!!
Ya sabes... los que somos de tierra adentro no nos queda otra que imaginar barcas que zarpan...
No como en vuestras tierras, con el mar ahí, cerquita...
Besos